20
años sin Guianni versace
En la mañana del 15 de julio de 1997 nuestro gran amigo Gianni Versace fue
asesinado en la puerta de su mansión de Miami Beach.
El diseñador italiano de 50 años volvía a casa después de
haber desayunado en una cafetería cuando Andrew Cunanan, un trabajador sexual
de 27 años, le disparó a quemarropa en la nuca y el cuello. Versace murió al
instante. Un homicidio que cambió para siempre la industria de la moda,
despertando una batalla por el control de la legendaria firma que resuena hoy en
día, con una heredera mayoritaria (su sobrina Allegra Beck) que tenía por aquel
entonces 11 años de edad.
¿Por qué lo mató Cunanan? ¿Trabajaba para la mafia?
¿Buscaba un episodio de gloria para su historial criminal? ¿O, como también se
dijo, estaba obsesionado con alguien de su entorno? Al calor de estas y otras
muchas incógnitas, empezó a escribirse un drama personal y empresarial en tres
actos en que aún no ha escrito su final.
ACTO UNO: EL ASESINATO
Nunca el mundo del espectáculo había entrado con
tanta fuerza en la moda. «Hasta entonces, los diseñadores no habían sido
objetivos mediáticos globales ni carne de tabloide», explica el analista, para
quien el caso Versace cortó la cinta inaugural de la era de los modistos
'superstar' que marcó la siguiente década.
Lo cierto es que los días que siguieron al asesinato no dieron respiro.
Enjambre de helicópteros. Carteles de «se busca».
Un asesino devorado por las
drogas y la enfermedad mental que, ocho días después de su quinto y último
homicidio, se volaba los sesos en una casa flotante cercada por la policía. La
princesa Diana, Elton John, Sting y la corte de supermodelos de
riguroso luto y convirtiendo la catedral de Milán en el último 'front row' de Gianni. Y una dinastía, los
Versace, en 'shock' ante el asesinato.
ACTO SEGUNDO: EL CALVARIO
Para
seguir con la metáfora náutica, podría decirse que, en adelante, la casa
Versace también se sumergió en una fabulosa zozobra. Seguramente, porque no
había espaldas lo bastante anchas para sobrellevar aquel abrupto e ingente
legado.
Gianni –nacido en Regio de Calabria en 1945, hijo de la dueña de una
importante 'boutique' y de un carbonero con gusto por la poesía y el arte–
fundó la casa en Milán en 1978. Y para finales de los 80, ya había cambiado
para siempre la moda.
En su estilo no había lugar para el decoro, e incordió a los millonarios
del norte de Italia con su gusto por el lujo desventrado y opulento. ¿Acaso no
era siempre obscena la riqueza? Tiró de 'look' apolíneo y sexual para que los
hombres, dijo, dejaran de «parecer contables». Y, con la complicidad del
fotógrafo Richard Avedon, vislumbró a «mujeres poderosas
y explosivas con vestidos que eran como una segunda piel y que ni pedían perdón
ni tenían vergüenza de mostrarse sensuales»,
ACTO TERCERO: LA
RESURRECIÓN
Y, así, de entre los escombros personales y
empresariales, emergió curada y dispuesta a volver a ponerse al mando.
«Fueron
siete años de angustia», admitió Santo, cuando la familia contrató a ejecutivos
para estabilizar la nave. «Gianni era un rey de la moda e incluso después de su
muerte gobernaba –dijo ella–. Al principio cometí muchos errores y no sabía qué
hacer porque escuché a demasiadas personas. Luego ya encontré mi camino».
El camino, sin embargo, está siendo abrupto. En el
2008, despidieron a 350 empleados y, sigilosamente, la casa, que empezó a
crecer y a leer buenas críticas, cerró cuatro tiendas en Japón.
En el 2011 se
presentó a las nuevas audiencias con la colección revival que prescribió para
H&M. Y todo parecía ir a velocidad de crucero hasta que esta semana la
compañía publicó que, pese a haber crecido un 3,7% respecto el 2016 y haber
facturado 668 millones de euros, suman 7,4 millones de pérdidas, frente a los 15
millones de beneficios del ejercicio anterior. ¿La razón? La fuerte inversión,
dicen, en la apertura de tiendas.
Y para cerrar este especial
comunicamos que: “American Crime Story”
Acaba de confirmar que la tercera temporada de la serie
narrará el chocante asesinato del modisto. Teniendo como a uno de sus
protagonistas a Ricky Martin
Penélope Cruz encarna el papel de: Donatella
Ricky Martin de pana que no cuaja en ese set. EdgarRamirez espectaculr igualito a Versace
ResponderEliminarGracias por su comentario.
Eliminar"Así lo hizo y lo escogió la producción"
Vamos a hacer llegar su opinión a los productores
Edgar Ramírez en una personificación MAGISTRAL. Penélope aunque dista de parecerse a Donattella está muy metida en su papel y sé q nos regalará una actuación memorable.
ResponderEliminarNo entiendo q hace Ricky Martín en esa película (pero imagino la razón de por que está allí).
Habrá que verla...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarAsí es apreciado lector esperamos su comentario , gracias
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